Influir en uno mismo y en los demás es al mismo tiempo un arte y una
ciencia que requiere la habilidad de saber transformar los estados mentales.
Se puede influir en el estado interno cambiando la representación
interna.
Una manera de crear estados mentales favorables es recuperar
experiencias de excelencia o imaginar estados óptimos utilizando la técnica de
“como si … “fuera realidad.
Otra manera
de influir en nuestros estados internos se puede lograr reeducando nuestra voz
interior y convirtiéndola en una guía maestra de estados positivos. Prestar atención a lo que se dice frente a situaciones que pueden desencadenar estímulos
negativos. Descubrir que es lo que uno dice ante determinados hechos y entender
que lo que se dice ejerce una poderosa influencia.
Es preciso “usar nuestra creatividad para re-formular
las frases negativas”.
La re-significación de evaluaciones negativas mediante la recuperación
de aspectos positivos que pueden estar presentes y que no han sido notados es
posible y produce un cambio significativo en la manera de vivenciar la
realidad. La propuesta es descubrir el
lado positivo de las acciones y focalizarse en los logros, en lo que funciona
bien.
Una manera fácil y muy efectiva de influir es haciendo y haciéndose
preguntas. La pregunta es una herramienta excelente puesto que es imposible no
contestarla una vez que es formulada. La contestación puede ser explícita o
implícita pero siempre se produce. Sobre una base de rapport y sintonía podemos
hacer preguntas que lleven a pensar en los aspectos que queremos resaltar en
nuestra comunicación en relación a nuestros propósitos y objetivos.
Método QOUQ: método de excelencia para liderar, que consiste en un proceso que
puede repetirse todo lo necesario en la siguiente secuencia:
Q =
Questioning: preguntar
O=
Observe: observar los mensajes y meta mensajes
U =
use: utilizar lo observado
Q =
Questioning: volver a preguntar para ir completando
la información para redirigir la atención de la otra persona en la dirección
deseada.
1. Escuchar la voz interna cuando esté dando un mensaje negativo y quizás
causando con esos mensajes tensión, enojo o depresión. Escuchar atento las
palabras, frases y especialmente como suenan (tono, ritmo, volumen)
2. Imaginarse que tiene un aparato de audio, e identifique los controles
de volumen y tono, y agregue otro ritmo.
3. Imagine su mano modificando el volumen, sienta el control. Y cuando
esté disfrutando de dicho control, baje el volumen hasta que suene como un
murmullo distante que casi se pierda, que no se puedan distinguir las palabras.
Aún podrá suavizar todo más agregándoles sonidos de hojas, o cualquier otro que
a uno le guste.
Lo
interesante de los estados emocionales es que las emociones opuestas, no pueden
coexistir al mismo tiempo. Si Ud. produce relajación la tensión desaparecerá,
si produce alegría, la pena se alejará, etc.
También puede combinar estado no opuestos como ser alerta y relación o
curiosidad y serenidad. El objetivo es
hacer sus propias combinaciones emotivas y vivir el poder de crear, recrear y
cambiar nuestros estados.
Transformando
estados negativos crónicos, cambiando el sistema representacional
1. (A) piensa un estado negativo en el que está frecuentemente y lo
declara
2.
(B) y (C) escuchan
haciendo rapport e identifican los sistemas en los cuales la persona expresa la
problemática (predicados, accesos oculares)
3.
(B) le pide a (A)
que se retire un momento
4.
(B) y (C) deciden
según la información que relevaron cual fue el sistema menos usado o ausente.
5.
(B) le dice a (A)
que vuelva y le pide que exprese el estado negativo en el sistema
representacional menos usado
6.
Paseo al futuro:
cuando lo logra partiendo de esa representación, que le pida al inconsciente
que la vaya transformando hasta que sienta el estado que quiere sentir. Cuidar
que sea un proceso en el que las sub- modalidades se van transformando y no usa
sustitución bursaca y no relacionada. Incitar con la voz a que el proceso de
cambio se realice.
Neutralizando
miedos o desilusión afectiva. Rebobinado con doble disociación
1. Identificar la situación desagradable
2. Imaginar estar en el cine viendo en la pantalla en blanco y negro la
escena anterior a la situación de miedo o desilusión. Justo antes de que la
situación desagradable comience, congelar la imagen.
3. Imaginar que uno se dirige a la última fila, al pulman o sala de
proyección y desde ahí puede ver sentado en la platea al que anteriormente
estaba sentado ahí, o a un yo más joven, de la edad del que vivió esa situación
desagradable, que ahora está sentado en las filas de adelante para ver las
escenas que van a ver.
4. Partiendo de la imagen congelada dejar correr las escenas de la
situación no placentera y ver a ese yo sentado en la platea y ver al mismo
tiempo como transcurren las escenas hasta casi el final, cuando todo pasó (doble
disociación).
5. Parar en la última toma e imaginarse meterse en la película, es decir
asociarse, ponerle color y continuar hasta la última toma cuando ha concluido
la situación y todo vuelve a la normalidad.
6. Rebobinar (pasar la película de atrás para adelante) en color, estando
asociado, y haciéndolo muy rápidamente (que tome uno o dos segundos)
7. Volver a mirar la escena transcurriendo y observar los cambios
producidos,
8. Volver a la platea uniéndose a su yo más joven y volver juntos a mirar
y darse cuenta de cómo mejoraron las emociones.
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